Ve a una pregunta:
Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a vivir en condiciones de dignidad, a ser protegidos contra cualquier forma de violencia, a tener una familia, a la salud, a la educación, a la participación y al desarrollo integral. Estos derechos están consagrados en la Constitución Política de Colombia, en la Ley 1098 de 2006 (Código de Infancia y Adolescencia) y en la Convención sobre los Derechos del Niño.
La garantía de estos derechos implica no solo protegerlos, sino también promover su autonomía, su capacidad de decisión y su participación activa en los espacios donde viven y crecen, como la escuela.
Desde la concepción hasta los 18 años, todas las personas son titulares de derechos especiales que exigen protección y atención prioritaria por parte del Estado, la sociedad y la familia. Durante este tiempo, se considera que están en desarrollo y por ello requieren un entorno protector que les garantice bienestar y participación activa.
Reconocer a los niños y adolescentes como sujetos de derechos implica escucharlos, valorar su voz y crear entornos donde puedan expresar lo que piensan sin temor.
La principal norma es la Ley 1098 de 2006, también conocida como el Código de Infancia y Adolescencia. Esta ley establece que los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a participar en la vida social, escolar, familiar y comunitaria, y que deben ser escuchados en todos los asuntos que les afecten.
También establece que la participación es un componente fundamental de la protección integral, porque fortalece su autoestima, su sentido de pertenencia y su capacidad para construir entornos pacíficos y democráticos.
Ante cualquier señal de maltrato, negligencia, abuso o discriminación, es fundamental actuar de inmediato. Puedes comunicarte con:
• La línea gratuita 141 del ICBF (disponible 24/7)
• Las comisarías de familia
• La Policía de Infancia y Adolescencia
• Docentes o directivos escolares que activen rutas de atención
En los entornos escolares, la participación activa del estudiantado en la detección y denuncia de estas situaciones, en conjunto con los adultos, es clave para proteger a quienes lo necesitan.
El ICBF lidera la protección de la niñez en Colombia, pero hay otras instituciones que también tienen responsabilidades, como las Secretarías de Educación, las comisarías de familia, la Defensoría del Pueblo, y las instituciones educativas.
La escuela, además de ser un espacio de aprendizaje, es un entorno privilegiado para prevenir violencias a través de la participación democrática, la formación en derechos y la construcción colectiva de normas de convivencia.
Sí. Este es uno de los derechos más importantes. Niños, niñas y adolescentes tienen el derecho a expresar libremente su opinión y a que esta sea tenida en cuenta, en función de su edad, madurez y capacidad de discernimiento.
En el ámbito escolar, esto implica que deben poder participar en la toma de decisiones, en espacios como los gobiernos escolares, los comités de convivencia, los proyectos pedagógicos y otros escenarios en los que se construye la vida institucional. Participar los protege y los empodera.
Es el derecho que tienen los menores de 18 años a intervenir de manera activa y propositiva en las decisiones que los afectan en su entorno familiar, escolar, comunitario y social.
La participación no se reduce a ser escuchados: también implica ser protagonistas en la transformación de sus entornos, a través del diálogo, el liderazgo y la acción.
Cuando se fortalece esta participación en la escuela, se previenen múltiples formas de violencia, ya que se promueve el respeto, la corresponsabilidad y la resolución pacífica de los conflictos.
La protección integral es un enfoque que reconoce a niños, niñas y adolescentes como sujetos plenos de derechos, y busca garantizar su bienestar físico, emocional, social y moral.
Incluye la prevención de todo tipo de violencia (física, psicológica, sexual, simbólica o institucional) y la promoción activa de sus capacidades.
La participación en la vida escolar, el liderazgo estudiantil, la educación para la paz y la construcción de proyectos comunes son partes fundamentales de esa protección integral.
El trabajo infantil está prohibido en Colombia. Solo se permite, de forma excepcional, que adolescentes entre 15 y 17 años trabajen con autorización del ICBF, en condiciones seguras y sin afectar su estudio, salud o desarrollo.
Más allá de esta excepción, el enfoque debe estar en que niños y adolescentes dediquen su tiempo a aprender, jugar, crear, y participar en actividades que fortalezcan su proyecto de vida.
Puedes consultar:
• El sitio web del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF)
• La página del Ministerio de Educación Nacional
• Recursos de organizaciones como UNICEF, Save the Children o Red PaPaz
• Nuestra propia sección de recursos educativos, donde encontrarás guías, videos, infografías, podcasts y experiencias inspiradoras sobre participación, convivencia escolar y prevención de la violencia desde la voz estudiantil.